"Dura lex, sed lex"

Fórmula traductora de un ideal de justicia implacable: dura es la ley, pero es ley.
Si se pretende hacer funcionar como correlativas las ideas de justicia y de rigidez o dureza, debe convenirse en que hay grave error. Y, en efecto, el hombre de derecho que reconoce que la ley es dura y, no obstante, la aplica con dureza, reconoce la necesidad de convertir el ideal de justicia en un ideal de fuerza o potencia. Y esto es desconocer la función social que las leyes tienen.
Afortunadamente, la fórmula pertenece al pasado.
(Fuente: ORGAZ, Arturo, Diccionario de Derecho y Ciencias Sociales, Ed. Assandri, Córdoba, 1961, p. 130).

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